Por la defensa del campus de ciudad universitaria, la construcción de la paz y el rechazo de las violencias en la Universidad
COMUNICADO DEL CONSEJO ACADÉMICO
El Consejo Académico, reunido en sesión extraordinaria el 7 de junio de 2016, expresa su total respaldo a las decisiones y acciones que la Dirección Universitaria tomó durante el receso de las actividades académicas y administrativas del pasado fin de semana, encaminadas a proteger la integridad de las personas y de los bienes de la Universidad. En esos días, con la exclusiva participación de personal de la institución, se intervinieron diferentes espacios copados, desde años atrás, por mafias delincuenciales vinculadas al narcotráfico, cuyas raíces y estructuras se encuentran fuera de la Universidad. Algunos de los sitios que fueron intervenidos, venían siendo usados para el acopio, el comercio y el consumo de sustancias ilegales, al punto que se habían convertido en verdaderos “santuarios”, en zon as vedadas e “intocables” para la comunidad y para la directiva universitaria, con las consecuencias catastróficas que de ello se derivan para la seguridad del campus y para la autonomía universitaria.
Resulta inaceptable que una institución pública de educación superior, que cuenta con la trayectoria y el prestigio de la Universidad del Valle, se vea forzada a tolerar en sus predios la práctica impune de actividades tipificadas en los códigos como delitos que ponen en severo riesgo la salud física y mental de la comunidad en general, pero en especial la de los estudiantes, cuya formación como profesionales, pero también como ciudadanos y personas, es la tarea fundamental y deber misional de la Universidad. Hacemos un llamado a la comunidad universitaria para que haya un cambio de actitud frente la tolerancia de prácticas que no hacen parte de la misión universitaria y carecen de eticidad y legalidad.
También es necesario señalar que el Consejo Académico respeta y valora las organizaciones estudiantiles legítimamente constituidas, incluyendo las ambientalistas y ecológicas, que adelantan proyectos en las áreas intervenidas y que fueron afectados de manera no intencionada. Por lo tanto, sugiere a la Dirección de la Universidad reunirse con estos colectivos, para que conjuntamente se evalúen los daños no deseados que sufrieron algunos proyectos de investigación o emprendimiento, y si es el caso resarcirlos y fortalecerlos.
El Consejo Académico, por otra parte, ve con preocupación la persistencia de acciones violentas como forma de expresión política, escenarios de confrontación inútil que no logran ningún efecto transformador significativo, pero que ponen en riesgo la vida de los miembros de la comunidad universitaria y de los ciudadanos en las inmediaciones del campus universitario. Los actos de vandalismo contra la estación del MIO y las explosiones de los artefactos empleados en estas acciones afectan la vida cotidiana de la ciudadanía.
En este contexto, se debe recordar que el trabajo político adelantado en las jornadas de la MANE, contra el intento de reforma de la Ley 30, así como el trabajo solidario y creativo adelantado por el movimiento estudiantil, en defensa del Hospital Universitario del Valle, demostraron que la violencia no es la más productiva de las formas de expresión política; por el contrario, aísla el accionar de los colectivos y no logra los objetivos propuestos. En este sentido, hacemos una invitación a todos los grupos políticos y de activistas estudiantiles, a que abramos escenarios de dialogo y debate para llegar a acuerdos que le permitan a la Universidad salir del laberinto ciego de las violencias como forma de expresión política, para que de una vez por todas cambiemos el paradigma de la violencia por el paradigma de la construcción de paz.&nbs p; La Universidad del Valle debe ser faro y guía en el trabajo y en los retos del post-acuerdo, y ganar con sus acciones un lugar de liderazgo en la creación de la cultura de la paz que debe reemplazar a la cultura de la violencia.
Finalmente, el Consejo Académico hace un llamado a todos los estamentos de la comunidad universitaria, a construir una acción colectiva de carácter simbólico, para decirle a la sociedad caleña que la Universidad es la reserva moral de una sociedad en crisis y que, por lo tanto, asume el reto de resarcir los daños ocasionados en la estación del MIO, con una movilización contra la violencia, que incluirá expresiones artísticas y la siembra de un jardín en su entorno. De igual manera, invita a todos a participar con una presencia activa en la “Marcha por la vida y contra las violencias”.
Cali, 8 de junio de 2016.
El Consejo Académico, reunido en sesión extraordinaria el 7 de junio de 2016, expresa su total respaldo a las decisiones y acciones que la Dirección Universitaria tomó durante el receso de las actividades académicas y administrativas del pasado fin de semana, encaminadas a proteger la integridad de las personas y de los bienes de la Universidad. En esos días, con la exclusiva participación de personal de la institución, se intervinieron diferentes espacios copados, desde años atrás, por mafias delincuenciales vinculadas al narcotráfico, cuyas raíces y estructuras se encuentran fuera de la Universidad. Algunos de los sitios que fueron intervenidos, venían siendo usados para el acopio, el comercio y el consumo de sustancias ilegales, al punto que se habían convertido en verdaderos “santuarios”, en zon as vedadas e “intocables” para la comunidad y para la directiva universitaria, con las consecuencias catastróficas que de ello se derivan para la seguridad del campus y para la autonomía universitaria.
Resulta inaceptable que una institución pública de educación superior, que cuenta con la trayectoria y el prestigio de la Universidad del Valle, se vea forzada a tolerar en sus predios la práctica impune de actividades tipificadas en los códigos como delitos que ponen en severo riesgo la salud física y mental de la comunidad en general, pero en especial la de los estudiantes, cuya formación como profesionales, pero también como ciudadanos y personas, es la tarea fundamental y deber misional de la Universidad. Hacemos un llamado a la comunidad universitaria para que haya un cambio de actitud frente la tolerancia de prácticas que no hacen parte de la misión universitaria y carecen de eticidad y legalidad.
También es necesario señalar que el Consejo Académico respeta y valora las organizaciones estudiantiles legítimamente constituidas, incluyendo las ambientalistas y ecológicas, que adelantan proyectos en las áreas intervenidas y que fueron afectados de manera no intencionada. Por lo tanto, sugiere a la Dirección de la Universidad reunirse con estos colectivos, para que conjuntamente se evalúen los daños no deseados que sufrieron algunos proyectos de investigación o emprendimiento, y si es el caso resarcirlos y fortalecerlos.
El Consejo Académico, por otra parte, ve con preocupación la persistencia de acciones violentas como forma de expresión política, escenarios de confrontación inútil que no logran ningún efecto transformador significativo, pero que ponen en riesgo la vida de los miembros de la comunidad universitaria y de los ciudadanos en las inmediaciones del campus universitario. Los actos de vandalismo contra la estación del MIO y las explosiones de los artefactos empleados en estas acciones afectan la vida cotidiana de la ciudadanía.
En este contexto, se debe recordar que el trabajo político adelantado en las jornadas de la MANE, contra el intento de reforma de la Ley 30, así como el trabajo solidario y creativo adelantado por el movimiento estudiantil, en defensa del Hospital Universitario del Valle, demostraron que la violencia no es la más productiva de las formas de expresión política; por el contrario, aísla el accionar de los colectivos y no logra los objetivos propuestos. En este sentido, hacemos una invitación a todos los grupos políticos y de activistas estudiantiles, a que abramos escenarios de dialogo y debate para llegar a acuerdos que le permitan a la Universidad salir del laberinto ciego de las violencias como forma de expresión política, para que de una vez por todas cambiemos el paradigma de la violencia por el paradigma de la construcción de paz.&nbs p; La Universidad del Valle debe ser faro y guía en el trabajo y en los retos del post-acuerdo, y ganar con sus acciones un lugar de liderazgo en la creación de la cultura de la paz que debe reemplazar a la cultura de la violencia.
Finalmente, el Consejo Académico hace un llamado a todos los estamentos de la comunidad universitaria, a construir una acción colectiva de carácter simbólico, para decirle a la sociedad caleña que la Universidad es la reserva moral de una sociedad en crisis y que, por lo tanto, asume el reto de resarcir los daños ocasionados en la estación del MIO, con una movilización contra la violencia, que incluirá expresiones artísticas y la siembra de un jardín en su entorno. De igual manera, invita a todos a participar con una presencia activa en la “Marcha por la vida y contra las violencias”.
Cali, 8 de junio de 2016.
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