miércoles, 2 de noviembre de 2016

La Universidad del Valle tiene mucho por aportar al Sector Azucarero


La Universidad del Valle tiene mucho por aportar al Sector Azucarero

Boletín informativo 060, octubre 31 de 2016


En el Valle del Cauca, Cauca, Quindío, Risaralda y Caldas se han sembrado 232.070 hectáreas de caña. En el 2015 se cosecharon 24 millones de toneladas de caña que se transformaron en 2,3 millones de toneladas de azúcar: 1.575.000 toneladas para el consumo interno y 725.000 toneladas para exportación.

Estas cifras son alentadoras si se tiene en cuenta que representan el 3,4 % del PIB agrícola del país y el 2.0 % del PIB industrial y, a nivel regional, el 34% del PIB Agrícola del Valle del Cauca.

Así lo mencionó Alexander Carvajal Cuenca, director de Asocaña en Bogotá, durante la sexta sesión de los Diálogos Empresariales de la Facultad de Ciencias de la Administración de la Universidad del Valle. En este conversatorio también participó Álvaro Amaya Estévez, director general de Cenicaña. Ambos líderes empresariales reflexionaron sobre los retos y oportunidades del sector azucarero.
A pesar de que Colombia es el mayor productores de caña por área cuadrada, sólo aporta el 1.5% del azúcar en el mundo y tiene como vecino a Brasil, país que cultiva 7 millones de hectáreas de caña. La soberanía alimentaria es una de las razones por las cuales los gobiernos de otros países deciden proteger el sector azucarero: blindan los precios en el mercado interno y exportan prácticamente el azúcar que les sobra, siendo en ocasiones la de menor calidad.
En el caso de Colombia, la negociación del TLC restringió a exportar sólo 50 mil toneladas de azúcar a cambio de permitir importar 1.500.000 toneladas sin aranceles. Como si fuera poco comprar un tractor en el país cuesta el doble que comprarlo en Brasil. Estas visibles desventajas demuestran la dificultad al momento de comparar los precios del azúcar sin considerar todas sus variables.

Los retos principales del sector deben estar concentrados en la aplicación de un marco regulatorio, pues algunas decisiones se toman por desconocimiento de mercados y se desarrollan bajo políticas distorsionantes que imperan en el mundo agrícola. Los principales mercados en el mundo son financiados por el Estado, entre ellos el azúcar, en el caso de Colombia no es así, creando una competencia desigual. Lo anterior, impide un verdadero aprovechamiento del mercado internacional, aunque seamos el mayor productor de azúcar, explicó Carvajal.
El principal producto derivado de la caña es el azúcar, no obstante, gracias a las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación realizadas por el Centro de Investigaciones de la Caña de Azúcar de Colombia –Cenicaña, se ha logrado derivar otros productos como el Bioetanol (biocombustible de origen vegetal que reduce en 74% las emisiones de gases de efecto de invernadero); la melaza para alimentación animal y otro usos; el bagazo para el papel ecológico y la producción de energía limpia (una capacidad equivalente al 53% del consumo de Cali).
El futuro de la caña está en la creación de BIOMASA como energía, afirmó, Álvaro Amaya Estévez, director de Cenicaña.

Entre los desafíos de este Centro Tecnológico se encuentra mejorar la productividad por unidad del área, el manejo ambiental, la gestión de la administración y el análisis económico. Otros de los retos que se proponen es una interacción permanente con las instituciones académicas de orden local.

En un balance general, la Universidad del Valle aportó el año pasado en investigación al sector azucarero: 77 trabajos académicos (tesis, pasantías, investigación) 33 proyectos fueron ejecutados por egresados, en su mayoría en el campo del conocimiento de las ingenierías. En las áreas de la economía y administración son escasos los trabajos adelantados, pero hay una brecha abierta en la cual es necesario generar conocimiento: por ejemplo, analizar los nichos de mercado para los productos derivados de la caña o conocer cuál es el proceso para determinar el precio del azúcar en Colombia.

Teniendo en cuenta los retos en materia de competitividad, estructura de las organizaciones, gobernanza, entes reguladores, mercado, educación, innovación y desarrollo tecnológico; el sector privado, como es la industria azucarera, necesita aprovechar los recursos investigativos desarrollados en la Universidad. Estos temas son fundamentales y se hace necesario un trabajo de gestión, monitoreo y análisis.

Para eso el reto es lograr la vinculación de la academia en ese trabajo, reconociendo la capacidad de los egresados de la Universidad del Valle, manifestó Amaya Estévez.

Los próximos Diálogos Empresariales “El Clúster de la Proteína Blanca” se llevarán a cabo el miércoles 16 de noviembre en el Auditorio Diego Israel Delgadillo de la Facultad de Ciencias de la Administración.

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Informes:
Programa de Comunicaciones, Facultad de Ciencias de la Administración, Universidad del Valle. Tel: 321 2100. Ext. 4350.

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