Directivas de Univalle se pronuncian sobre sostenibilidad del sistema de posgrados

Directivas de Univalle se pronuncian sobre sostenibilidad del sistema de posgrados

Boletín informativo 82, Marzo 02 de 2017

La Universidad del Valle ha logrado posicionarse en los últimos tiempos como uno de los 48 principales centros de educación superior de Latinoamérica, gracias en buena medida a sus doctorados, maestrías y especializaciones, muchos de los cuales cuentan con acreditaciones de alta calidad y se sitúan como los principales posgrados de sus respectivos tipos en el país.

A finales de 2016, el Ministerio de Educación Nacional reconoció estos logros y ubicó a Univalle como personaje del año. Así mismo, recientemente la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado - AUIP, en su novena edición de los Premios AUIP a la Calidad del Posgrado en Iberoamérica, anunció que premiará con mención de honor al doctorado en ciencias - biología y a la maestría en ciencias - biología, como reconocimiento a la calidad de ambos programas, no solo por su nivel académico, sino también por sus procesos administrativos.

Todo lo anterior, da cuenta de que el sistema de posgrados pasa por un momento estelar sin olvidar que, por primera vez, en 2016 se graduaron más de 60 doctores y que la Universidad cuenta con más de 3.000 estudiantes de posgrado, por lo cual las directivas tomaron la decisión de realizar, a partir de los grados de noviembre pasado, una ceremonia especial para quienes reciben títulos de posgrado.

Así mismo, la Universidad trabaja para extender el sistema de posgrados a las sedes regionales y lograr que en los próximos dos años la totalidad de las sedes cuente con una oferta amplia y diferenciada de este tipo de programas para beneficio de los profesionales de las subregiones.

Para salvaguardar este legado y patrimonio regional, la Universidad debe garantizar ingresos que le permitan su sostenibilidad y por ello, ante el crecimiento de la cartera de difícil cobro correspondiente a posgrados ha adoptado medidas que garanticen el pago de los servicios ofrecidos.

Frente a estas disposiciones, implementadas en el marco de un plan de estabilización y sostenibilidad financiera de la institución,se han presentado críticas basadas en desinformaciones que reflejarían el desconocimiento de la problemática financiera real de los posgrados. Para hacer las aclaraciones pertinentes e informar en detalle sobre la situación financiera de los posgrados, las directivas universitarias expidieron el siguiente comunicado.

COMUNICADO DE LA RECTORÍA

La Rectoría se permite desmentir lo afirmado en un documento circulado el 3 de marzo de 2017, suscrito por la representante estudiantil suplente ante el Consejo Superior de la Universidad, Sara Bolaños, en el sentido de que la Universidad ha tomado la decisión de privatizar los posgrados. Nada más falso. Concretamente, la Resolución expedida en diciembre de 2016 y que empezará a regir en el segundo semestre del presente año, busca resolver un problema estructural por una cuantiosa cartera no recaudada y que corresponde al servicio educativo de posgrados.

En la actualidad, un número significativo de estudiantes de posgrado asumen el compromiso de pagar la matrícula en tres cuotas, pero solo pagan la primera. Sin embargo, terminan el semestre y de forma sucesiva se genera una espiral de endeudamiento en la que se incumplen los compromisos y se debilitan financieramente los posgrados. El acumulado de dichos incumplimientos, alcanza los 4.000 millones de pesos. Este asunto debe resolverse estructuralmente porque afecta la estabilidad financiera de los posgrados y de la propia Universidad.

Como entidad pública, la Universidad está obligada a cumplir la normatividad nacional de recaudar los dineros que adeudan los posgrados. Son recursos públicos que precisamente permiten, al corregir el modelo actual, salvaguardar las finanzas de nuestra Institución. El problema se deriva de que, al no ser una entidad financiera, la Universidad no tiene los mecanismos efectivos de cobro para la recuperación de la cartera. Por lo tanto, se tomó la decisión que los estudiantes de posgrado -cuya inmensa mayoría tiene vínculo laboral e ingresos que le permiten solventar las matrículas o a quienes las empresas privadas, las organizaciones o instituciones en que laboran les pagan las matrículas- podrán utilizar mecanismos de crédito usuales en el país, tales como el pago por cuotas, por el sistema de tarjetas de crédito o acudir ante diversas entidades financieras que ofrecen este servicio, con el fin de sufragar los costos de su educación. A diferencia de Univalle, la mayor parte de las universidades privadas exige el pago anticipado de los estudios o establece estrictos mecanismos para garantizar el ingreso de estos recursos. Cosa que no está en el propósito de la mencionada resolución.

De esta manera, se garantiza que los ingresos de los postgrados, que benefician fundamentalmente a las facultades, institutos, escuelas y sedes regionales, se reinviertan en investigación, extensión y en actividades misionales de nuestra Institución. No se trata de una decisión que busque debilitar la Universidad, por el contrario, se intenta fortalecer las finanzas y la capacidad de recaudo de los posgrados que, a diferencia del pregrado que es altamente subsidiado, sustenta su ingreso en la capacidad adquisitiva de estudiantes que son profesionales en ejercicio. Nuestro sistema de postgrados, tal cual ha venido funcionando, ha sido sólido, se ha amplificado, y gracias a ello somos una de las primeras universidades en matrícula de posgrado. Tenemos como meta seguir creciendo en una oferta posgraduada de alta calidad y para ello requerimos estabilidad financiera basada en buena medida en el riguroso cumplimiento por parte de los estudiantes, del pago de las acreencias a las que se han comprometido con el Alma Máter para garantizar una formación de excelencia.

Debe aclararse que la Resolución distingue casos específicos como las asistencias de docencia, las asistencias de investigación, otros becarios y las becas y los créditos asumidos con el Icetex, los cuales no se afectan ni se modifican y que no tiene que ver con el pregrado. Al contrario de lo afirmado por el comunicado emitido por la estudiante, y de lo que se dice en algunas redes sociales, la Universidad en los últimos años ha incrementado los auxilios, becas y excepciones centrados fundamentalmente en el acceso a la formación posgraduada de los semilleros de investigación y de los jóvenes investigadores. La Universidad tiene tarifas razonables de matrícula que en la mayor parte de los casos están por debajo de las de otras universidades de la región, siendo además un sistema que funciona en general de forma óptima en el conjunto de las universidades colombianas. No recaudar estos recursos y no garantizar para la Universidad los debidos ingresos provenientes de las matrículas de posgrado, afectaría la estabilidad financiera y la operación del mismo sistema de posgrados y pondría en riesgo esta oferta de educación pública de alta calidad para el suroccidente colombiano.

La afirmación acerca de que las directivas universitarias buscan la privatización de los posgrados es falaz y temeraria. Por el contrario, trabajamos por la defensa del carácter público de nuestra Universidad. Si subsidiáramos la matrícula de posgrado de personas vinculadas al sector privado o productivo, estaríamos transfiriendo recursos públicos a la empresa privada. Protegeremos el patrimonio público y garantizaremos la ejecución presupuestal, principalmente en beneficio de las unidades académicas para consolidar un sistema de posgrados de alta calidad. Este es un tema que merece ser discutido con altura, rigurosidad y con el análisis de las estadísticas financieras. Estamos prestos a establecer el diálogo con los diferentes estamentos, manteniendo como siempre un espíritu abierto y de concertación y con el principio de salvaguardar la estabilidad financiera y operativa de la Universidad.

EDGAR VARELA BARRIOS

Rector

Cali, 4 de marzo 2017