El administrador de empresas desde el punto de vista de la excelencia

El administrador de empresas desde el punto de vista de la excelencia

Muchos catedráticos han catalogado al administrador de empresas como aquel que planea, organiza, dirige, controla y adicionalmente genera un lucro a una organización ya sea pública o privada. Desde el punto de vista personal considero que éstos son conceptos fríos, que si bien se aplican a la realidad organizacional, dejan por fuera aspectos importantes del papel del administrador en la sociedad y en el núcleo familiar.

Ser estudiante o egresado del programa de Administración de Empresas de la Universidad del Valle tiene una relevancia profunda, que va más allá del título. Desde el momento en que se es aceptado en la carrera, la familia y el círculo más cercano se llena de alegría, no solo por el alivio económico sino por el prestigio que tiene la universidad a nivel académico. Además, la universidad pública también te enseña a ver la realidad social de una manera diferente, de forma más crítica y con la madurez que exige la situación política y social de este país. Estudiar en Univalle es iniciar un verdadero cambio, cambio que empieza a generarse desde adentro hacia afuera, desde la familia hacia el exterior.

Hablando de la familia, pienso que somos generadores de cambio, desde el momento en que los más pequeños nos empiezan a ver como un ejemplo a seguir, debemos asumir la responsabilidad que tenemos como estudiantes y egresados, generar una transformación en el pensamiento de las futuras generaciones. Dejar atrás el egoísmo y la indiferencia que de nuestros tiempos, por una visión a futuro donde el respeto y el trabajo arduo generen un progreso real.

Ya en la práctica diaria de nuestra profesión, si bien es cierto, somos participes de la gestión para la obtención de lucro, esta no es nuestra función más importante y para la cual nos preparamos seis largos años de nuestra vida, y entonces muchos se preguntarán ¿Cuál es nuestra función en una empresa? La respuesta a esta pregunta es simple, nuestra función es volver las empresas más humanas, generar un acercamiento entre las empresas y las dinámicas sociales que se presentan en el país.

¿Cuántos de nosotros, acá presentes, vio en algún momento de su vida a su padre o madre a punto de abandonar su trabajo? Desesperados porque trabajaban o trabajan en una institución con un claro direccionamiento enfocado únicamente hacia la obtención de ganancias, con jefes dogmáticos que no entienden razones, para quienes lo único importante son las cifras, olvidando que los partícipes en esas cifras son seres humanos. En este orden de ideas, nuestro reto es transformar estas dinámicas y ese es el compromiso que no solo tenemos con nuestros padres, sino con la universidad pública y la sociedad en general.

Por eso el mensaje que les traigo hoy es: la excelencia no se alcanza solo a través de la obtención de estímulos, sino a través de los cambios que generemos. 

Discurso del estudiante Miguel Ángel García, durante la entrega de estímulos académicos el pasado 30 de agosto de 2017